Ni una palabra
-¿Supongo que no le dijiste a nadie?- me preguntó con un dejo de indeferencia.
Me quedé pensando por unos segundos, que a ella se le hacían eternos, y su ansiedad la demostraba con el exceso de indiferencia. Recordé lo que ella quería dejar pasar por alto, que se lo llevara el olvido y la memoria se fundiera con torpeza angustiante. Para quedar en blanco, en cero, y así quizás volver a una primera oportunidad.
-¿A cuál te refieres?- inquirí.
-A la segunda- dijo con una sonrisa que nos catapultó a la tercera.
-Ni una palabra- agregué tras el beso.
Me quedé pensando por unos segundos, que a ella se le hacían eternos, y su ansiedad la demostraba con el exceso de indiferencia. Recordé lo que ella quería dejar pasar por alto, que se lo llevara el olvido y la memoria se fundiera con torpeza angustiante. Para quedar en blanco, en cero, y así quizás volver a una primera oportunidad.
-¿A cuál te refieres?- inquirí.
-A la segunda- dijo con una sonrisa que nos catapultó a la tercera.
-Ni una palabra- agregué tras el beso.
3 Comments:
A todos nos pasa.
Como siempre bien, ojalá me pase luego. Sushi mañana?
N.D.
sin palabras
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